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lunes, 28 de enero de 2013

Nacido para ser salvaje

Marlon Brando

De la rutina insípida de su oficina, Carlos desea escapar algún día, pero sencillamente no tiene los pantalones suficientes para pasearse por el pasillo e ir a la oficina del director y decirle: "Renuncio", no podía porque simplemente ya tenía miles de deudas que pagar. Aun sueña despertar algún día en un Motel de la carretera se ve seguro de sí, toma su chaqueta de cuero y toma las llaves de su Harley siempre había soñado con una y ahora simplemente la posee. Al salir le da una buena propina al que atiende. monta su corcel de acero y sale derecho al sur. No hay límites. Nació para ser salvaje. Su vida se resumía en eso rodar por todo el país. Había conocido casi todo el continente en dos ruedas era algo demasiado increíble. Solo seguía las líneas de la carretera que le marcaban la dirección. Paró en un bar a pocos kilómetros por una cerveza. Llevaba la garganta seca. El lugar estaba lleno, una caravana de motociclistas había llegado hace pocos minutos. Al fondo del lugar estaba la rockola de los 70's. Sonaba "Born to be Wild". Solo Carlos se acercó para elegir otra canción. Mientras miraba que canción pondría una hermosa rubia se le acerco por la espalda le susurró al oído las ganas que tenia de pasar un buen rato. Él acepto su lujuriosa invitación. Fueron al baño de atrás. Una hermosa faena. La chica era dinamita pura, pero como toda dinamita tenía que explotar.Ella era la novia de uno de los motociclistas. Nada que hacer, Carlos sabía que si salía de allí debía enfrentarse a más de 12 motociclistas hambrientos de sangre. Mirando el sucio techo del lugar solo sonrió y salió por la puerta orgulloso. Botellas, sillas, cadenas, golpes, patadas, navajas, el lugar era un desastre la pelea fue épica. Solo se calmó hasta que el ultimo motociclista cayó al suelo. Carlos había salido casi ileso de la pelea. Llevaba la boca rota, un ojo morado y una cortada al costado a la altura de las costillas. Tomó una camiseta y se la amarro en la herida. Se puso su chaqueta encima. Sabía que debía salir antes de que llegase la policía. Encendió su moto y emprendió la huida. Otra vez el límite para el no existía. Las líneas de la carretera volvían a ser su guía. Una orgía de sentimientos mezclado con el olor a sangre de mas de un centenar de hombres que probaron sus puños. Era intocable en su motocicleta. Era...

-"Carlos, el jefe te solicita por la dos"- le dice Ana su secretaria. Carlos salta de la silla pues estaba en ella haciendo ruidos de motocicleta vieja con la boca. Al darse cuenta Carlos que todo era un sueño echo su mirada al suelo, suspiro por un momento y se dio cuenta que su insípida oficina era lo único que tenía

FIN