Nosco me aliquid noscere: at quidquid noscit, est: ergo ego sum
Conozco que yo conozco algo. Todo lo que conoce es; luego yo soy
Gómez Pereira
Si recordamos nuestra niñez, seguro hallaremos a una persona dispuesta a aprender, a explorar y a
preguntar. Desde cuando éramos niños hasta hoy en día, podemos trazarnos una ruta de lo que hemos
enfrentado a lo largo de nuestra vida y podemos hablar de lo que hemos aprendido. Los retos y
desafíos a los que hemos enfrentado, los superamos (por ello estamos aquí), pero sobretodo y lo mas
importante es que hemos aprendido de todos ellos. Siguiendo en retrospectiva podemos decir con
total certeza que la exploración de nuestro mundo interno y el entorno al que estamos sometidos,
esta enmarcada en una frase tan simple como compleja a la vez: ¿por qué?. No importa el apellido
que le demos a dicho interrogante, el <<¿por qué?>> se nos convierte en una constante de nuestra
vida y nuestro desarrollo, tomando al principio como fuente de información los adultos que nos
rodean en los cuales depositamos nuestra confianza para construir nuestros primeros conocimientos,
pero aun así nuestra propia experiencia nos enseña muchas mas cosas de las que podemos imaginar,
y así empezamos a construir la gran red de conocimiento propio. Con este pequeño ejercicio nos
hemos enfrentado a nuestro pasado y por ende a las respuestas que le hemos venido dando a nuestras
preguntas, no obstante, teniendo todo un mundo por explorar, en este punto exacto de nuestra vida
estamos igual o peor que antes, seguimos siendo seres repletos de dudas e incertidumbres.
Representación artística del eterno retorno; tomada de la web. |
Una respuesta es una semilla de dudas que será un inmenso y frondoso árbol donde sus ramificaciones
se hacen infinitas. El hombre es un ser de preguntas, de dudas, nuestra sed insaciable de respuestas
nos conlleva a siempre preguntarnos, tomamos como base nuestros cuestionamientos para obtener
conocimiento, lo dijo Aristóteles, <<Cuando la duda se acepta como ignorancia puede ser fuente de conocimiento por el estudio y la crítica>>, pero, ¿Qué es la duda?. Si hablamos de la duda como un
cuestionamiento para construir el conocimiento, debemos verla actuar desde el método. Para muchos
pensadores y científicos, la duda es fundamental, la frase <<Cogito ergo sum (pienso, luego existo)>>,
del famoso filosofo René Descartes es una clara evidencia de lo anteriormente dicho. Descartes en su
afán de hacer a la filosofía una ciencia exacta e indudable, plantea un método con ayuda de ya
conocidas ciencias exactas como las matemáticas para lograr que la filosofía tenga un carácter
científico. Pero, lo que verdaderamente nos interesa del pensamiento de Descartes es aquello que se
conoce como los niveles de dudas: la falacia de los sentidos, la imposibilidad de distinguir la vigilia del
sueño, y la existencia del genio maligno que manipula nuestra mente. No nos compete profundizar en
dichos planteamientos, pero en estos tres niveles Descartes nos muestra que nuestras verdades son
epistémicas, y evidentemente la duda metódica que plantea es un gran nudo del cual no se puede
zafar.